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Real Madrid jugará su 18ª final de Champions League tras remontarle al Bayern

Volvió a pasar. El Real Madrid activó el modo heroica, le remontó la semifinal al Bayern Múnich en los últimos minutos y jugará su final número 18 de Champions League. El partido, sin embargo, terminó con una polémica decisión del árbitro Szymon Marciniak que les impidió a los bávaros empatar el marcador.

Fue una de esas noches mágicas de Champions. Los merengues y los alemanes protagonizaron un partidazo que no estuvo exento de emociones, golazos, remontadas y polémicas. Al final, el máximo ganador del torneo jugará su segunda final de las últimas tres temporadas.

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El primer tiempo estuvo cargado de altibajos de ambos equipos. Pero Manuel Neuer se convirtió en la gran figura. El portero alemán sacó más de una ocasión clara de gol.

El Bayern cambió la actitud en el comienzo de la segunda mitad y comenzó a manejar un poco más el balón. Eso no evitó que las situaciones más claras las tuvieran los locales.

Todo cambió con un golazo de Alphoso Davies (68’). El lateral izquierdo de canadiense, que en realidad jugó de extremo izquierdo, clavó un bombazo que se metió en el segundo poste de Andriy Lunin.

Los de Carlo Ancelotti lo empataron rápidamente (71’), pero el tanto fue anulado por una falta de Nacho Fernández sobre Joshua Kimmich.

Thomas Tuchel movió las fichas para encerrarse y defender el resultado. Sacó Leroy Sané por Kim Min-Jae, metió a Thomas Müller por Jamal Musiala y a Eric Choupo-Moting por Harry Kane.

Su homólogo italiano respondió con Luka Modric por Toni Kroos, Eduardo Camavinga por Aurélien Tchouaméni, Brahim Díaz por Rodrygo y Joselu por Fede Valverde.

Fue justamente Joselu la gran movida de Ancelotti. El delantero español fue quien pescó el rebote y error de Neuer y firmó el 1-1 al minuto 88. Pero estaba en aire que el Madrid lo iba a liquidar en los 90 minutos.

Al minuto 90 con 18 segundos Joselu apareció nuevamente y anotó el tanto de la remontada. En primera instancia, el gol había sido anulado por una supuesta posición adelantada. El VAR confirmó que el atacante estaba habilitado y convalidó el gol.

Luego llegó la polémica. Al minuto 90+12, Matthijs de Ligt convirtió el tanto del 2-2. El detalle está en que Marciniak pitó un fuera de juego (inexistente, de paso) antes de que el defensor neerlandés impactara el balón. En este caso, el VAR no pudo retrotraer la jugada.

El espectacular partido de vuelta de las semifinales de la UCL en el Santiago Bernabéu terminó empañándose con esta polémica.

Tras imponerse 4-3 ante el Bayern Múnich en el marcador global, Real Madrid disputará la final de la Champions League ante el Borussia Dortmund. Dicho encuentro está programado para el sábado 1º de junio.

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